Un avión de la compañía Austrian Airlines procedente de Viena tuvo que realizar ayer un aterrizaje forzoso en el aeropuerto de Múnich, y tres de los 35 pasajeros resultaron con heridas leves. Al emprender el aterrizaje, el comandante del Fokker 70 detectó un problema en uno de los propulsores y avisó a la torre de control de Múnich de que se veía forzado a realizar una toma de tierra de emergencia. El aterrizaje se realizó en un prado situado a unos dos kilómetros de la pista. Según informaron las autoridades aeroportuarias, se desconocen las causas del fallo técnico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de enero de 2004