Si usted tiene un problema sanitario urgente con un paciente con problemas de movilidad no solicite una ambulancia en la zona este de Madrid o en el hospital Príncipe de Asturias para solucionarlo. No lo piense más. Vaya y vuelva por sus medios. La eficiencia en el servicio indica que mejor que usted mismo nadie puede hacerlo. Utilice su vehículo o llame un taxi; si no tendrá que esperar de tres a cinco horas para ir o volver. Esto, a juicio del responsable del hospital, es algo por lo que no debe preocuparse, y si lo hace, vaya a los tribunales, que le solucionarán el problema.
No hay mayor ahorro en un servicio público que no hacerlo o prestarlo como en las actuales circunstancias. ¡A esto algunos le llaman eficiencia en el gasto! Posiblemente por ello algún directivo se pone medallas. La "libre competencia" en el servicio, mediante una concesión administrativa, se transforma en un negocio para unos pocos, sin control social alguno. Todos los usuarios de la zona saben que el servicio de ambulancias no se presta en las debidas condiciones, y ninguna autoridad sanitaria se da por aludida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de enero de 2004