Quiero denunciar una gravísima irresponsabilidad producida en el aeropuerto de Barajas. El viernes pasado, el vuelo UX1028 París-Madrid de Air Europa salió y llegó con 30 minutos de atraso, aproximadamente.
En su afán de recuperar tiempo, supongo, inmediatamente después de detenerse en su muelle, un camión rojo con las siglas Cepsa conectó una manguera bajo el ala del avión. El operario a cargo de la conexión le indicó al del camión, con el pulgar hacia arriba y el ademán de "adelante", que podía proceder en consecuencia.
Era evidente que estaba repostando combustible, cuando aún todos los pasajeros estábamos dentro del avión esperando que se acabara la instalación de la manga para nuestro descenso.
Es evidente que el responsable de la operación actuó como un irresponsable. No es justo que la rentabilidad empresarial sea más importante que la vida de los clientes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de enero de 2004