El Gobierno y el Partido Popular descalificaron ayer el nuevo modelo judicial que defiende el PSOE para que los tribunales superiores de Justicia se conviertan en la última instancia dentro de sus territorios y que el Supremo limite sus funciones a la unificación de doctrina.
El ministro de Justicia, José María Michavila, comparó la propuesta del PSOE con el nuevo estatuto que defiende el Gobierno vasco, conocido como plan Ibarretxe.
"Esta súbita conversión de Rodríguez Zapatero a programas electorales que no son de la tradición del PSOE, a mí me sorprende", señaló Michavila. Otros dirigentes del PP denunciaron que el PSOE se sitúa "en la línea del plan Ibarretxe" y pretende contentar a los socios del Gobierno de Cataluña con su programa electoral sobre organización de la justicia.
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El portavoz socialista, Jesús Caldera, tildó de "insolvente jurídico" al ministro Michavila y aseguró que la propuesta de convertir a los tribunales superiores de Justicia en la última instancia en sus territorios está amparada por el artículo 152 de la Constitución y ya fue incorporada por el PSOE a su programa de 2000.
Las asociaciones de jueces se dividieron al opinar sobre la apuesta judicial del PSOE. Mientras que Jueces para la Democracia (progresistas) y la asociación Francisco de Vitoria (centristas) se mostraron a favor de la iniciativa, la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APD) descalificó la idea. Los nacionalistas vascos de Eusko Alkartasuna y los catalanes de Esquerra Republicana apoyaron también la idea socialista de dar más poder a los tribunales superiores de Justicia de las comunidades.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de enero de 2004