Las autoridades eligieron ayer el diseño del monumento de la zona cero que honrará la memoria de los muertos del 11-S. Reflejando la ausencia, del arquitecto neoyorquino de origen israelí Michael Arad fue seleccionado entre más de 5.000 propuestas presentadas el pasado otoño. Dos estanques con los nombres de las 2.752 víctimas, en un apacible jardín del paisajista Peter Walker, recordarán las huellas de las Torres Gemelas. "Haré lo posible por estar a la altura", dijo Arad.
El monumento ya ha sido criticado por muchos familiares de fallecidos, que lo ven, como el resto de los proyectos, demasiado "etéreo" y "minimalista".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de enero de 2004