El montaje Danza macabra, de August Strindberg, con Mercedes Sampietro y José Sacristán, abre mañana el XXI Festival de Teatro de Málaga, y Sueños de un seductor, de Woody Allen, con Fele Martínez, lo cerrará el 7 de febrero."Esta edición es más internacional y más arriesgada", aseguró su director, Paco Rodríguez, en la presentación en Madrid del festival, en el que 11 compañías harán 23 funciones.
Nueve actores-bailarines ofrecen una polifonía de imágenes electrónicas y musicales en La caída del Ícaro, una obra de Michael Nyman, Fabrizio Plessi y Frédéric Flamand. "Estuvo en el festival en 1990 y 13 años después pedimos que lo montasen de nuevo", explicó el director. En clave de danza es también el montaje de Josef Nadj Il n'y a plus de firmament; el argentino Rodrigo García homenajea a Borges en Creo que me habéis entendido bien; Albert Vidal vuelve a los escenarios con el monólogo Cantos, danzas y discursos del príncipe, y Lluís Homar hace un viaje por los 25 años de su trayectoria teatral. Philippe Noiret lleva a escena Las contemplaciones, de Victor Hugo. También actuarán Els Joglars con El retablo de las maravillas, La Cubana con Mamá, quiero ser famoso y Steven Berkoff en One man.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de enero de 2004