Cualquier escenario varía según el lugar desde el que mire el observador. Esto es así tanto para situaciones especiales como para secuencias temporales, de modo que hay tantas formas de ver las cosas como personas somos en el mundo. Se entiende, por tanto, que cualquier aproximación a la realidad tenga siempre un sesgo irremediable. Sin embargo, y pese a esta reflexión, no consigo entender por qué el problema más importante de la humanidad en los últimos 60 años es permanentemente silenciado, olvidado o marginado en los medios de comunicación. ¡Qué ceguera tan histórica! Y es que se cuentan con los dedos de la mano los editoriales y las primeras páginas que los principales periódicos mundiales han dedicado en el último medio siglo a la miseria del Tercer Mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de enero de 2004