"Los síllidos son hombres que han somatizado las sillas tanto que se transforman en éstas en cualquier momento", explican los componentes de Tricicle. De las vidas de estos seres y de la historia de este mueble trata Sit, el espectáculo de mimo que el grupo catalán, con 24 años en escena, estrenará en el teatro Nuevo Apolo de Madrid el próximo martes. A lo largo de más de hora y media, 70 asientos pasan por el escenario, desde la silla de un dentista a una convertida en animal.
"Contar nuestro espectáculo es horroroso y no vendrá nadie", alerta Carles Sans. Lo dice tarde pues Joan Gràcia ya lo ha hecho. "Casi toda la primera parte explica cómo surgió la silla y su evolución hasta llegar al cine. Después hablamos de cómo se debe sentar una persona para no sufrir una alteración en el acto y hay una serie de sketch
es sobre el circo y otras situaciones en las que la silla es parte de un espectáculo, como los toros o el fútbol. Además, hay escenas más surrealistas sobre la silla convertida en animales", resume.
La historia de la humanidad es contada a través de la historia de la familia Chairwood, una saga que nació sentada con los primeros homínidos y que llega a nuestros días manteniendo relación con los grandes acontecimientos siempre desde su silla. "No hay que olvidar que dos tercios de nuestra vida transcurren sentados o dirigiéndonos hacia una silla", recuerda Paco Mir resaltando su importancia.
Sit es el primer montaje de Tricicle dedicado a un objeto. Los anteriores -Manicómic, Exit, Slastic, Terrific, Entretrés y Tricicle 20 - giraban en torno a situaciones o lugares. En su estreno en Alicante duraba más de dos horas, pero lo han acortado media hora. "La obra coge el ritmo del público y se va acelerando", argumenta Sans. Hoy hay una función dedicada a niños enfermos, y otra mañana de la Confederación Nacional de Sordos.
Mir encuentra tiempo para otros proyectos, como la zarzuela (Los sobrinos del capitán Grant, con Millán Salcedo), y la dirección de la película Lo mejor que le podía pasar a un cruasán. Los otros miembros del grupo se muestran más inactivos. "Mira qué bronceado del Cono Sur", dice Gràcia. Preparar un nuevo montaje les supone recluirse durante semanas a pensar y ahora no tienen tiempo. "Vamos a hacer un espectáculo sobre el tornillo, que está presente en todas las situaciones del ser humano", bromea Mir. Gràcia aboga por homenajear a la cuchara.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de enero de 2004