Adán Valenzuela, uno de los 40 estudiantes que protagonizaron en febrero del 2002 el asalto a la Universidad Hispalense, seguirá sin poder volver a estudiar en dicho centro hasta 2007. El juzgado contencioso- administrativo número 2 de Sevilla ha desestimado el recurso que interpuso el alumno contra la universidad tras ser sancionado con cinco años de expulsión por su participación en el asalto al Rectorado y a la Sala de Juntas.
El juez ha considerado que en la actuación del alumno "no puede mantenerse seriamente que los hechos no son sancionables porque se cometen colectivamente" y que "ni siquiera merecen comentario las alegaciones que parecen tratar de justificar o excusar la protesta llevada a tales extremos que perseguía, ni más ni menos, impedir por la fuerza el cumplimiento de una Ley con métodos violentos y coactivos".
Los hechos se remontan a febrero de 2002 cuando un grupo de estudiantes que protestaban contra la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) asaltaron la universidad sevillana rompiendo a su paso puertas, algunas del siglo XVIII, con barras de hierro. Los estudiantes irrumpieron en el despacho del rector donde quemaron una bandera española y pintaron con aerosol las moquetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de enero de 2004