El Gobierno vasco, la Diputación guipuzcoana y los ayuntamientos de Irún y Hondarribia reiteraron ayer su exigencia al Ministerio de Fomento, del que es titular Francisco Álvarez-Cascos, para que convoque una reunión conjunta sobre la ampliación del aeropuerto de Hondarribia. Ambas partes no tratan este polémico asunto desde el 23 de julio de 2002. El alcalde de Hondarribia, el peneuvista Borja Jauregi, calificó de "absolutamente inaceptable" que el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, recibiera en su última visita a San Sebastián, el pasado 9 de diciembre, a los vecinos afectados por el alargamiento de la pista y, por el contrario, practique el "ninguneo" con las autoridades vascas.
El consejero de Transportes, Álvaro Amann, instó a Fomento a "analizar globalmente" las necesidades de movilidad de los guipuzcoanos antes de acometer la ampliación del aeropuerto, que supone el realojo de un millar de vecinos y el derribo de una veintena de empresas.
La reunión de la comisión interinstitucional que se ocupa de esta materia, a la que no pudo asistir ningún representante del Ayuntamiento donostiarra, concluyó que el plan director del aeropuerto adolece de un estudio sobre las repercusiones que traerá la puesta en marcha del tren de alta velocidad, prevista para el año 2012.
Jauregi desveló que el director general de AENA, José Eladio Seco, le comunicó por carta que las actuaciones prevista en el aeropuerto "se irán definiendo de acuerdo a la demanda de tráfico que experimente". A este respecto, hizo constar que Hondarribia redujo en 2003 su número de usuarios respecto a 2002.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de enero de 2004