EL PAÍS regala mañana el primero de los 20 tomos de La Enciclopedia. Cada volumen consta de 800 páginas y, en total, incluye 160.000 entradas y 16.000 ilustraciones. Los tomos restantes se venderán con el periódico los 19 próximos domingos a un precio de 9,95 euros cada uno.
El primer volumen está actualizado hasta enero de 2004 y los siguientes se irán actualizando según la fecha de salida de cada uno. Así, el último volumen, que sale el 23 de mayo, recogerá la actualidad que se haya producido hasta entonces.
Geografía, historia, ciencia, medicina... Todas las materias tienen cabida en la obra, que destaca por su sencillez expositiva y su capacidad de síntesis. La creación de un corpus enciclopédico de esta envergadura es el resultado de muchos años de trabajo, de acumulación de información y de experiencia en la ordenación y depuración de los datos acumulados. Y es también fruto del esfuerzo de un extenso equipo de especialistas y profesionales que, dotados de los medios técnicos adecuados, han hecho posible la edición de esta obra. La Enciclopedia de EL PAÍS incluye todos los últimos cambios geográficos y políticos y es especialmente profunda en lo que a biografías personales se refiere, con 18.500 entradas de todo tipo de personalidades históricas y contemporáneas, algo en lo que otras enciclopedias se quedan muy lejos de ésta. Así, en este primer volumen que mañana se regala con EL PAÍS se recogen las biografías de, entre otros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el piloto español Fernando Alonso, o Abdullah II, rey de Jordania.
La Enciclopedia Salvat propone una estructura abierta basada en una función enciclopédica que ya no pretende ser cifra de todo el saber, sino guía, complemento, incentivo para ampliar en todas direcciones el horizonte de conocimientos del usuario.
El sistema es especialmente útil para los estudiantes, puesto que, según sus necesidades y sus conocimientos previos, pueden limitarse a los conceptos básicos o bien profundizar en cada materia en función de sus deseos. Pero, más allá de cualquier propósito de estudio o de investigación, el lector curioso encontrará también las informaciones misceláneas que reflejan y resumen los parámetros del mundo del siglo XXI: cifras macroeconómicas, cronologías, cuadros sinópticos, tablas comparativas...
Puede parecer una paradoja que un diccionario enciclopédico, un invento nacido en el siglo XVIII de la mano de la Ilustración, mantenga la condición de instrumento imprescindible en los tiempos actuales, en los que los conocimientos se propagan de forma casi instantánea. Pero la paradoja es más aparente que real. Un diccionario enciclopédico (un soporte material como el papel, que contiene una voluminosa y evidente cantidad de información) sigue conservando todas las virtudes que le han sido atribuidas tradicionalmente: las de ser un vehículo privilegiado para la transmisión de cultura y, al mismo tiempo, un magnífico instrumento de consulta que es capaz de resolver dudas, aclarar conceptos y orientar en un tema desconocido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de enero de 2004