Las comparaciones son odiosas,pero a veces es necesario para darse cuenta de cómo una nave como RTVV -más conocida con el apelativo de Canal 9- es una nave a la deriva donde unos/as y otros/as, desde su creación hasta la actualidad, han actuado como si de un cortijo propio se tratase, dando cancha a paniaguados/as y apadrinados/as, escasísima calidad en sus programas, que salvo muy contadas excepciones, están muy mal presentados; así como unas selecciones de personal llamadas "Oposiciones", cuya claridad deja mucho que desear. Pero vayamos a la comparación, viernes 9 de enero, por la noche, mientras en TV3 se hace un debate serio y candente sobre los trágicos percances en la carretera, bien conducido, dando la palabra a todo el que lo solicite y con invitados/as serios que aportar y desde luego bien planificado, tenemos por contra la cruz en la RTVV: similar tema, pero muy deficientemente presentado por una de las personas más apadrinadas del ente, que con su escasa tolerancia inherente, lo presenta a golpes de soberbia, con algún que otro invitado de esos que chillan mucho, no aporta nada y va de vividor de televisión en televisión, mientras los invitados contestan como pueden. Como decía Demófilo: "Pon tu confianza en los hechos y no en las palabras".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de enero de 2004