El día 7 de enero de 2004 me recetó mi urólogo una analítica y una ecografía para conocer el estado de mi próstata. Me citan para estas pruebas el 31 de mayo, para acudir posteriormente a la consulta del urólogo el 21 de junio (de 2004) y conocer los resultados. Total: ocho meses y medio de espera. No, no me he equivocado, porque a los cinco meses y medio que van desde hoy hasta el 21 de junio hay que sumar los tres meses de espera que transcurrieron desde octubre 2003, fecha en la que fui a mi médico de cabecera para explicarle que tenía molestias, hasta enero de 2004, primera fecha en la que me pudo ver el especialista. ¿Sobreviviré? Confiemos en que sí, al menos hasta el día de las elecciones generales. ¡Yo también tengo mi forma de vengarme!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de enero de 2004