¿A que no saben dónde han puesto en Fuengirola la Estrella de los Reyes Magos? Según la tradición en el sitio al que deben ir los extranjeros si quieren descubrir a su Dios recién nacido. Pues en Fuengirola han puesto la Gran Estrella delante de la Comisaría de la Policía Nacional.
La tan turística, feliz y soleada Fuengirola está tan en su glorioso bienestar que no es consciente de haber tendido esta trampa navideña al millón de inmigrantes irregulares. Porque a los que caigan los puede devolver la policía sin más dilación a su miseria de origen.
No se ha percatado Fuengirola de la saña torturante con que el Gobierno, desde el 21 de diciembre, con la última reforma de la Ley de Extranjería persigue a los irregulares. Les obliga a esconderse sin ningún derecho, ni padrón, ni sanidad, ni defensa. Tampoco la mayoría de los españoles, vistas las tan tímidas y escasas protestas. Ni siquiera Cáritas, que ha hecho la vida imposible a su encargado de inmigrantes al prohibirle denunciar esta ley. ¡Asco!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de enero de 2004