Decenas de manifestantes lanzaron ayer piedras contra los soldados británicos en el centro de Amara, ciudad chií al sureste de Irak, un día después de que la policía iraquí matase a seis personas que participaban en una manifestación en demanda de trabajo. "Amara fue humillada bajo el régimen de Sadam. Hoy sufre de la mano de sus propios hijos", gritaba a los soldados británicos Ahmed Sarai, parado de 48 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de enero de 2004