La decisión de UPN de subir los sueldos del presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, y de todos sus consejeros en un total de 12.000 euros anuales para compensar su próxima salida del Consejo de Administración de Caja Navarra, la primera entidad financiera de la región, ha tenido repercusiones.
La Mesa del Parlamento de Pamplona ha aprobado que el presidente de la Cámara, el también regionalista Rafael Gurrea, se vea recompensado con un aumento de salario equivalente. También la Defensora del Pueblo navarro, María Jesús Aranda, y el presidente de la Cámara de Comptos, Luis Muñoz, verán aumentar sus sueldos anuales en la misma cifra de 12.000 euros.
Lo curioso del caso es que Gurrea rompió la disciplina de partido y votó en la Mesa del Parlamento foral a favor de aumentar su sueldo de 59.511 euros en 12.000 más, mientras que su compañero Javier Marcotegui votaba en contra de la medida. Gurrea recordó la existencia de un acuerdo parlamentario para equiparar el sueldo del presidente del Legislativo autonómico al 97,5% del sueldo del jefe del Ejecutivo foral.
De igual forma, Marcotegui rechazó y el PSN se abstuvo a la hora de votar el aumento de sueldo de la Defensora del Pueblo. María Jesús Aranda es una ex dirigente histórica del socialismo navarro, que sumará a sus 53.140 euros anuales los 12.000 del aumento. Gurrea sí apoyó, en cambio, el incremento retributivo de Aranda, basándose en otro acuerdo parlamentario que planteaba la equiparación del sueldo de la Defensora al de los consejeros. Tanto Izquierda Unida como CDN apoyaron ambas subidas. Los socialistas siempre han defendido la necesidad de acometer una profesionalización parlamentaria global.
Sólo hubo unanimidad a la hora de aumentar en un 5% el actual salario de los parlamentarios liberados en cada grupo, 45.310 euros.
La Cámara aprobó el pasado mes de octubre un aumento del 15% en las dietas que cobran sus 50 miembros por asistir a las sesiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de enero de 2004