Los alcaldes de los municipios de La Ribera Alta de todos los signos políticos mostraron ayer su oposición en Catadau al proyecto de la multinacional Intergen de instalar en esta localidad una central térmica de ciclo combinado y reclamaron al Consell que clarifique su postura. Los ediles pertenecientes a formaciones de izquierda reclamaron al PP que "demuestre con hechos que está en contra de la térmica". El alcalde de L'Alcúdia, Francesc Signes (PSPV), dijo que quien tiene la "posibilidad real de evitar su ubicación en Catadau es el consejero de Territorio, Rafael Blasco". En parecidos términos se expresó el presidente del consistorio de Gavarda, Pere Muñoz (Bloc) y el de Castelló de la Ribera (EU), Alfred Gregori: "el Consell es ahora el que tiene la palabra", dijeron.
Los alcaldes acordaron dirigirse a las administraciones implicadas para que denieguen los trámites pendientes para llevar a cabo el proyecto, como la autorización administrativa que debe otorgar el Gobierno central y la declaración de interés comunitario que es potestad del Consell. Asimismo decidieron apoyar y participar en aquellas iniciativas "sociales, políticas, administrativas y judiciales" que se puedan tomar para oponerse a esta instalación. También acordaron solicitar con carácter de urgencia reuniones con el presidente de la Generalitat, el consejero de Territorio y Vivienda y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
El directivo de Intergen Eric Gustafson manifestó hace tres años que habían elegido el término de Catadau para instalar la planta "a través del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) y del Gobierno valenciano". Por su parte, el alcalde de Catadau y presidente comarcal del PP, Rafael Pellicer, se muestra "confiado" en que el Consell "respetará la voluntad de Catadau".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de enero de 2004