Adecco, el número uno mundial en el mercado de los servicios de empleo temporal y de recursos humanos, es un nuevo caso de los escándalos financieros, en plena convulsión tras el fraude destapado en el grupo lácteo italiano Parmalat y la resaca de Enron y otras empresas. Las irregularidades las ha detectado en la filial del grupo suizo en EE UU la auditora Ernst & Young, que ha encontrado "material poco sólido", un eufemismo tras el que se pueden esconder operaciones explosivas. La empresa perdió en Bolsa el 35,45% de su valor, que ahora es de 6.300 millones de euros, aunque llegó al 48%.
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El gigante energético Enron y la compañía de telecomunicaciones WorldCom abrieron la veda de los escándalos en Estados Unidos hace tres años. Le siguieron en Europa la cadena de supermercados holandesa Ahold, y hace un mes, el grupo lácteo italiano Parmalat. A la lista podría sumarse el grupo suizo Adecco después de que ayer anunciara que retrasaba la presentación de sus resultados de 2003, prevista para el 4 de febrero, al detectarse "material poco sólido" en sus cuentas. Los fallos se detectaron durante un control contable de "rutina" realizado por Ernst & Young.
El borrón se ha localizado, de momento, en su filial en EE UU, un mercado que le aporta el 20% de sus ingresos globales, que se cuantificaron en 25.100 millones de francos suizos (16.026 millones de euros) en 2002. Los analistas financieros preveían un beneficio neto para el año pasado de 536 millones de francos suizos (342,6 millones de euros). Pero las irregularidades financieras podrían afectar a las operaciones de Adecco en otros países, como indica la propia compañía a partir de los resultados preliminares de la auditoría.
Ésa es la gran pregunta que se hacían ayer los especialistas financieros y los inversores: si el fallo contable es "contenido" o si está "muy expandido y fuera de control". Ante la duda, el anuncio se tradujo en una brusca caída de sus títulos bursátiles del 48% durante la jornada de ayer en la Bolsa suiza, unos 7.300 millones de francos, aunque al cierre la caída se amortiguó hasta el 35,21%. También se desplomaron en la de Nueva York, por encima del 35% a media sesión.
Normas sobre auditorías
La desconfianza de los inversores es evidente ante el temor de que se esté ante un nuevo fraude financiero de la dimensión de Parmalat, Ahold, WorldCom o Enron. "Nadie sabe cuán profundo es el agujero", advierten. En Bruselas, un portavoz comunitario insistió ayer, tras conocer el caso de Adecco, en la necesidad de reforzar las normas sobre auditorías de empresas.
La compañía evitó dar más datos hasta que la auditoría esté completada y, amparándose en "restricciones legales", se remitió a un escueto comunicado de prensa de 14 líneas. También guarda silencio la auditora Ernst & Young, una firma que en 2001 sustituyó a la desaparecida Arthur Andersen -auditora de Enron- en el control de los libros de Adecco. Y tampoco se está en condiciones de adelantar aún cuándo se habrá completado la auditoría. "No debe ser buena cosa cuando la compañía decide retrasar sin fecha la presentación de sus propias cuentas", añaden los expertos del sector financiero.
El miedo que recorre los mercados ante este tipo de anuncios es que puede tratarse de la punta del iceberg, como señalan los más escépticos en Wall Street. Ahora, un consejo independiente deberá desarrollar una investigación interna sobre las cuentas de Adecco. Las autoridades reguladoras a ambos lados del Atlántico se mantienen entretanto a la espera de obtener datos más precisos para valorar el alcance real del problema financiero antes de lanzarse a emprender acciones legales concretas contra la compañía.
Un 12% del mercado
Adecco es líder en 11 de los 13 grandes mercados donde ofrece sus servicios de recursos humanos, incluidos EE UU, Francia, Italia y Japón, con una cuota de mercado del 12%. Su red está compuesta por 5.800 agencias presentes en un total de 63 países y suministra cada día en torno a 650.000 trabajadores temporales a empresas como Renault o IBM, en una lista de 250.000 clientes. Nació en mayo de 1996, cuando el grupo galo France Ecco adquirió la suiza Adia, en una operación valorada en 2.200 millones de dólares.
El grupo suizo entró de lleno en el mercado estadounidense, donde compite con Manpower, en marzo de 2000, al hacerse con el control de la compañía Olsten Corp, que a su vez opera en Reino Unido y Alemania. Algunos analistas no descartan que el fallo contable esté "relacionado" con esta operación. Sin embargo, a esto hay que añadir que las ventas de Adecco en EE UU han caído un 9%. La crisis económica, el incremento de los costes laborales y las fuertes tasas de desempleo en sus mercados por excelencia afectaron a los márgenes de beneficios hasta el punto que obligaron al grupo suizo a proceder a un drástico recorte de la plantilla, lo que se tradujo en el despido de 2.500 empleos.
Su plantilla global se cifra en 28.000 asalariados permanentes. Con los recortes de personal, la compañía esperaba ahorrar 150 millones de euros en 2003. Esto explica en parte el incremento de los beneficios del 30% registrado durante el tercer trimestre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de enero de 2004