Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Siete personas tiroteadas cuando robaban gasolina en Irak

Siete iraquíes resultaron ayer muertos al sur de Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein, por disparos de las tropas estadounidenses cuando trataban de robar combustible a gran escala de un oleoducto que atraviesa la región, según informaron fuentes militares de EE UU, quienes reconocieron que los iraquíes opusieron una fuerte resistencia librando "una batalla" con los estadounidenses. En la operación llegaron a emplear carros de combate ligeros.

Unas 40 personas a bordo de 10 o 15 camionetas trataban de extraer combustible a unos 18 kilómetros al norte de la ciudad de Samarra en pleno triángulo suní, la zona de Irak más partidaria del régimen de Sadam. Según relató Robert Cargie, uno de los portavoces de la 4ª División de EE UU, los saqueadores fueron sorprendidos por las tropas estadounidenses compuestas por vehículos Humvee y carros de combate ligeros Bradley. Los iraquíes dispararon contra los militares utilizando sus fusiles de asalto AK-47 y los estadounidenses respondieron al fuego enemigo.

El combate se prolongó durante varios minutos, que fueron definidos por Cargie como "una batalla". Finalmente, los estadounidenses impusieron su superioridad, en la que destaca el cañón de 125 milímetros de los Bradley, matando a siete iraquíes y destruyendo tres camionetas. El portavoz militar no concretó si se habían producido detenciones.

Emboscada en Bagdad

También por la mañana, un soldado estadounidense resultó muerto y otros dos heridos por la explosión de una bomba en pleno centro de Bagdad. El militar viajaba en un grupo de vehículos al paso del cual estalló un artefacto explosivo. Un portavoz militar explicó que el fallecido pertenecía a la 1ª División Acorazada. Los ataques con bomba contra las patrullas estadounidenses en la capital han provocado que los conductores no se atrevan a acercarse a los vehículos del Ejército de EE UU, quienes de esta manera son los únicos que se libran del caótico tráfico de la ciudad.

Al mismo tiempo, en Ramadi, a unos 100 kilómetros al oeste de la capital, el ataque contra un convoy estadounidense se saldó con un iraquí muerto y otros seis heridos. Cuando la columna de vehículos atravesaba la ciudad, la explosión de un artefacto casero provocó que los estadounidenses tuvieran que detenerse. En ese momento, según portavoces militares, comenzaron a recibir disparos desde las casas de los alrededores y los soldados también abrieron fuego. El tiroteo duró un cuarto de hora. Cuando terminó, los estadounidenses registraron varias casas vecinas y detuvieron a cuatro personas. Ramadi es uno de los vértices del triángulo suní y es la base de operaciones desde la que se dirigen los asaltos a numerosos vehículos que tratan de alcanzar la frontera jordana desde Bagdad, de hecho es la última localidad importante por cuyos alrededores se pasa antes de adentrarse en el desierto camino de la frontera.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de enero de 2004