El Departamento del Tesoro de Estados Unidos va a solicitar una investigación oficial para saber si su antiguo secretario, Paul O'Neill, destituido en diciembre de 2002, ha revelado secretos del Gobierno en un último libro, en el que arremete con dureza contra la política exterior del presidente George W. Bush, al que define como "un ciego rodeado de mudos". En una entrevista televisiva este fin de semana, el que fuera director del Tesoro aseguró que no existían informaciones sólidas sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak y que los planes para invadir ese país y derrocar al régimen de Sadam Husein se pusieron en marcha nada más llegar Bush a la Casa Blanca, meses antes de los atentados del 11-S.
Las revelaciones, desmentidas desde la Administración, han molestado al presidente y a juicio de los observadores la posible investigación anunciada anoche es la consecuencia de ese malestar.
El portavoz del Departamento del Tesoro, Rob Nichols, reconoció que es frecuente que los funcionarios se lleven documentos cuando dejan su puesto, pero recordó que los que son confidenciales están protegidos por la ley y no pueden ser divulgados. En el programa televisivo del fin de semana, O'Neill mostró uno que tenía impresa la palabra secreto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de enero de 2004