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OPINIÓN DEL LECTOR

Querida y mimada

Escribo esta carta desde el dolor de haber perdido a mi madre el pasado día 20 de diciembre, pero no quiero dejar pasar un día más sin dar las gracias a todo el personal de la Residencia de Personas Mayores Carabanchel, perteneciente a la Comunidad. Allí mi madre pasó los últimos 10 años de su vida, atendida no sólo en sus necesidades más primarias, sino querida y mimada por todo el personal que allí trabaja.

Hay muchas formas de hacer bien un trabajo. Ellos no sólo lo han realizado a la perfección como profesionales, sino también con humanidad y gran sensibilidad, tanto hacia nuestros mayores como hacia nosotros, los familiares. Me he sentido ayudada y apoyada en todo momento a lo largo de estos 10 años, y me ha conmovido, especialmente, su empatía hacia mi pena y sufrimiento en los últimos meses de enfermedad de mi madre.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de enero de 2004