Soy uno de los centenares de automovilistas que nos vimos atrapados en el atasco provocado el pasado lunes por un nuevo accidente en la A-8 a su paso por Galdakao. A mí me cogió pasado Amorebieta y, aunque la Ertzaintza dice que la circulación se reabrió a la hora y media del accidente, lo cierto es que yo y otros muchos conductores sufrimos sus consecuencias durante casi tres horas. ¿Cuanto nos está costando a la economía vasca el atasco permanente que sufre la principal vía de comunicación de Euskadi?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de enero de 2004