Le gusta el deporte, el cine, jugar con su perra Luna y, sobre todo, el espacio. Cuando sea mayor quiere ser ingeniero aeronáutico y diseñar vehículos espaciales. Tomás Kogan, de 13 años, cree que "investigar si hay vida en otros planetas es muy interesante".
Hoy está cumpliendo su sueño: vivir en directo cómo se coordina una misión espacial real. Una misión de verdad.
La Sociedad Planetaria ha seleccionado a un equipo internacional de 16 chavales para participar en la misión a Marte de la NASA. En equipos de dos y durante una semana, trabajarán con los científicos que coordinan la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de Pasadena.
Tomás, el único español, ya está en California. Y lo cuenta en Internet.
Tomás no estará de brazos cruzados. El proyecto Astronautas Estudiantes prevé que los 16 chavales -ocho chicos y otras tantas chicas- trabajen codo con codo con el grupo de operaciones científicas de la misión espacial. En grupos de dos y durante una semana, irán analizando los datos y las fotografías que vayan enviando los robots desde el planeta rojo.
Los chavales, de 13 a 17 años, relatarán sus experiencias a través de Internet. Ése es otro de sus cometidos: narrar al mundo lo que ocurre cada día en una misión de este tipo. Courtney Dressing (Estados Unidos) y Rafael Morozowski (Brasil) han sido los dos primeros. Ellos vivieron la llegada a Marte del Spirit, el robot que ha mandado las imágenes más espectaculares del planeta jamás vistas. El próximo, Tomás.
El proyecto de la Sociedad Planetaria y la empresa de juguetes de construcción Lego forman parte del programa Red Rovers Goes to Mars y complementan los programas estudiantiles de la NASA para fomentar la cooperación internacional y la investigación en ciencia y tecnología de los futuros exploradores del espacio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de enero de 2004