La economía alemana, la más potente de la UE, retrocedió el año pasado, por segunda vez desde la reunificación en 1989. El producto interior bruto (PIB) cayó un 0,1%. Por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial, Alemania no ha crecido más del 1% tres años consecutivos. Mientras, el déficit público alcanzó el 4%. La caída del 0,1% del año pasado se suma a los crecimientos mínimos del 0,2% en 2002 y del 0,8% el 2001.
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No cabe duda de que la locomotora lleva tres años parada. Alemania se encuentra hoy en el furgón de cola del crecimiento económico en Europa. Y con el lastre de un déficit público que, sumado el Gobierno federal, los Estados federados y los ayuntamientos, alcanza los 86.000 millones de euros, un 4% del PIB.
Las cifras que anunció ayer en Wiesbaden el presidente de la Oficina Federal de Estadística, Johann Hahlen, no sorprendieron y confirman lo ya sabido: 2003 fue un año perdido, incluso de retroceso. La interpretación de las cifras varió, según el color del partido político. Para la oposición, democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP), está claro que la culpa del desastre la tiene el Gobierno de coalición entre socialdemócratas (SPD) y los Verdes que gobierna en Alemania desde 1998.
Mal tiempo, buena cara
Ante las críticas, el Gobierno pone buena cara al mal tiempo e intenta esparcir un poco de optimismo. El ministro federal de Economía, el socialdemócrata Wolfgang Clement (SPD), sostiene que los aplazamientos de las compras y las rebajas fiscales a los empresarios y consumidores "permiten albergar la esperanza de que se produzca un cambio en la política de inversiones y en el consumo". Por su parte, el ministro federal de Hacienda, el también socialdemócrata Hans Eichel, se consuela al afirmar que el 4% de déficit es menor del esperado 4,2% y todavía alimenta la esperanza de que los últimos cálculos lo bajen del 4%.
En la calle, la crisis resulta casi palpable. La reticencia de los consumidores a gastar obliga a los comercios a realizar toda clase de rebajas y ofertas en un intento de incrementar las ventas. Los expertos atribuyen la caída del PIB en 2003 al mal comportamiento de la balanza comercial. Las exportaciones crecieron un 1,1% y las importaciones un 2%. Quedan lejos los días en que las exportaciones alemanas crecían de forma espectacular: un 5,6% en 2001 y más de un 13% en 2000.
La causa de la bajada de las exportaciones se debe a la guerra de Irak y a la elevada cotización del euro. No obstante, no se puede culpar a las exportaciones de todo, porque al menos crecieron. En otros sectores, las cifras son demoledoras. La construcción cayó un 3,4%, las inversiones en bienes de capital un 4% y el consumo privado bajó un 0,2%. El consumo del sector público subió un 0,7%, pero con la consecuencia negativa de incrementar el déficit hasta el 4%. Esto hace que Alemania incumpla por segundo año consecutivo con el límite fijado por la UE del 3%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de enero de 2004