El ministro de Interior desaprueba las Bescam. La Asociación Unificada de Guardias Civiles y sindicatos del CNP creen que las brigadas no servirán para nada. A la oposición de la Asamblea de Madrid le parece un error no afrontar seriamente la futura policía autónoma de Madrid. Desconocemos si los alcaldes socialistas de la Comunidad de Madrid y el delegado del Gobierno asistirán el próximo viernes a la cumbre organizada por el consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada, para presentar las Bescam. Éste es el panorama político actual en nuestra Comunidad a nivel de seguridad ciudadana, con el proyecto político de las Bescam de la presidenta Esperanza Aguirre como emblema.
Es necesario comenzar la casa por los cimientos: la reforma del Estatuto de Autonomía de Madrid para poder crear una verdadera y auténtica Policía Autónoma y la reforma de la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, entre otras, para cambiar, simplificar y actualizar el modelo policial en España, que a la vista está no funciona, es un requisito imprescindible que numerosos juristas y profesionales de la seguridad pública reclaman de forma urgente, junto con un cambio de la política sobre lo criminal del Gobierno de la nación. Mientras tanto, bienvenidas las Bescam (seguramente, antesala de la futura policía autónoma) que, aun siendo un parche por la falta de competencia de la Comunidad de Madrid en materia de seguridad, estoy convencido de que ayudará a bajar los índices de inseguridad ciudadana y de criminalidad que sufrimos en nuestra región.
Eso sí, señores políticos, no se preocupen, que, mientras ustedes se ponen de acuerdo, policías municipales, nacionales y guardias civiles vamos a seguir trabajando, día a día, porque proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana es la misión que nos encomienda la Constitución; descoordinados, duplicando servicios e investigaciones, cobrando sueldos irrisorios, realizando jornadas que no tienen fin, sacando recursos los propios policías de donde parece que no los hay y en muchas ocasiones jugándonos nuestra vida y sacrificando la de nuestros familiares. Señores políticos, nos tienen ustedes que ayudar, aunque sea un poquito. Nosotros ya ponemos de nuestra parte. Y mucho más de lo que ustedes se piensan. Se lo aseguro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de enero de 2004