Un informe firmado por el jefe de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Chinchón, Gerardo Pérez Calleja, revela que la balconada de la fachada de la plaza Mayor de Chinchón presenta un deterioro tal que incluso el arquitecto municipal de la localidad ha manifestado que "no garantiza la estabilidad de la balconada ante una afluencia masiva de visitantes". El informe señala que el principal responsable de este deterioro es la continua humedad a la que están expuestas las maderas de los balcones debido a las inclemencias meteorológicas.
Según reza el informe de Pérez Callejas, el deterioro de estas maderas supone un grave riesgo, sobre todo para las balconadas que rodean la plaza y que son utilizadas habitualmente por los restaurantes para servir comidas a los turistas. El peligro se acrecienta los fines de semana, cuando las balconadas son usadas por un mayor número de turistas, dado "el excesivo peso" que soportan. Los arquitectos han detectado que los cimientos de la plaza presentan "filtraciones y humedades" que afectan a "elementos sustentantes de fachada e interiores, sobre todo en maderas". Los técnicos sostienen que las balconadas de las fachadas de esta histórica plaza son la parte más sensible a las humedades por el agua de la lluvia y por el peso que soportan. "Se puede afirmar que, de una forma u otra, toda la plaza está afectada, al ser el lugar más sobrecargado en las fiestas", refleja el informe. En Chichón está muy presente la celebración de la Pasión, que cada año, por Semana Santa, reúne a cerca de tres mil personas en la plaza Mayor del pueblo. Y durante las corridas de toros, que se celebran en la plaza, con las balconadas a tope de público. El jefe de los servicios técnicos explica en su informe que el propio arquitecto municipal "no garantiza la estabilidad de la fachada ante situaciones de máxima ocupación". En el pasado pleno del 23 de diciembre, todos los partidos políticos representados en la sesión respaldaron una petición de la alcaldía en la que se insta a la Comunidad de Madrid a que, " de forma urgente", y para "evitar riesgos contra la vida y bienes de las personas", se proceda a la rehabilitación de la plaza y se "frene su progresivo deterioro".
La última rehabilitación importante del entorno de la plaza de Chinchón tuvo lugar en 1990 y finalizó en 1992. El Ayuntamiento de Chinchón, entonces presidido por el alcalde Jesús del Nero, fue quien solicitó la rehabilitación de una plaza que, entonces, era visitada los fines de semana por unos 15.000 turistas.
En 1992, cuatro de estas balconadas que rodean la plaza, y que cada fin de semana sirven de comedor a los turistas, fueron declaradas en ruina. Y eso es lo que la actual alcaldesa de Chinchón, Encarnación Moya (PSOE), pretende evitar con esta nueva solicitud de rehabilitación de la plaza.
El deterioro de las maderas de los balcones de la plaza siempre ha estado ligado al paso del tiempo y al efecto de la lluvia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de enero de 2004