Miles de aficionados siguieron el 22º Cross Internacional de Itálica (Sevilla) que, por primera vez en muchos años, no estuvo acompañado de la lluvia. El etíope Kenenisa Bekele, dos veces doble campeón del mundo de cross, se exhibió y puso las bases para romper la denominada popularmente maldición de Adriano (uno de los emperadores nacidos en la antigua ciudad romana), por la que nadie ha ganado tres veces esta prueba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de enero de 2004