La progresión de la nadadora Erika Villaécija se ha confirmado este fin de semana en Berlín con su victoria en los 800 metros, prueba en la que consiguió la segunda mejor marca mundial de la temporada. Ayer ofreció otra excelente actuación en los 400, distancia en la que se siente menos cómoda. A sus 19 años de edad, Villaécija comienza a explorar en la temporada de invierno y en las piscinas de 25 metros sus posibilidades olímpicas.
La nadadora del CN Hospitalet parece llamada a sorprenderse incluso a sí misma: "Puede que esté empezando a creérselo", reconoció ayer Joan Fortuny, su entrenador. "Está por ver cómo manejara la presión que se le viene encima con vistas a la próxima cita de Madrid" aseguró, satisfecho ante la capacidad de trabajo que muestra Erika desde que llegó al CAR de Sant Cugat hace dos años.
Villaécija, cuyo registro (8m 18,87s) sólo ha sido superado este invierno por la australiana Elka Graham, muestra tal nivel competitivo que apenas le importa la distancia que afronte al lanzarse a la piscina. La nadadora catalana cubre el arco que va de los 200 metros a los 1500. Además lidera el relevo español de 4x200, cuyo quinto puesto en los Mundiales de Barcelona 2003 fue una de las pocas buenas noticias de la natación española.
Estudiante de psicología en las pocas horas libres de las que dispone, empezó a bracear en el barcelonés barrio de Horta a los 6 años, demostrando inmediatamente un talento para competir que algunas veces parece no asumir a estas alturas por mucho que acumule a sus espaldas un historial poco corriente: ha batido 25 récords de España, 13 de ellos durante el último año, temporada en la que logró la medalla de oro de los 800 metros en los Europeos en piscina corta de Dublin y fue novena en los Mundiales de Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de enero de 2004