Leo con sorpresa una de las propuestas que hará el PSOE en su próximo programa electoral. Se pretende que los libros de primaria y de la ESO sean gratuitos para todos los estudiantes. Y que el 40% de los estudiantes estén becados dentro de unos años. Me temo que una vez más la aguja de la brújula baila ante la proximidad de unas elecciones. Por mi parte, y mientras pueda, quiero seguir pagando los libros de mis hijos. El dinero que se ahorre la Administración en ellos que se lo gasten en quien de verdad no tenga los medios para costearse los estudios. Por lo que respecta al porcentaje de becados, ¿qué sucedería si, pongamos por caso, hubiese un 60% de estudiantes que lo necesitasen? ¿Y si sólo lo fuese un 15%? Vuelve el "café para todos". O lo que es peor, confundir caridad con justicia distributiva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de enero de 2004