Javier Almendros, granadino de 33 años, es vulcanólogo del Instituto Andaluz de Geofísica, con sede en Granada. Es uno de los organizadores de la red temática Vigilando volcanes activos. El equipo se encuentra actualmente en México impartiendo un curso en la universidad de Colima, bajo el volcán del mismo nombre. En la red participan las universidades de la Laguna, Pablo de Olavide, Buenos Aires y Costa Rica. Asegura que lo bueno de la cooperación es que los investigadores del lugar conocen muy bien el volcán que se va a investigar porque, advierte, "no hay dos volcanes iguales".
Pregunta. Ustedes van allí y los profesores latinoamericanos vienen aquí. ¿Qué sacan de ello?
Respuesta. Los viajes van destinados a la docencia, a dar cursos y a fomentar el intercambio y que sirva para los estudiantes, pero intentamos que sirvan también para fomentar la investigación. El equipo de la red que está en Colima ha aprovechado para instalar allí unos sismómetros que hemos desarrollado aquí. La idea es enseñarles a manejarlos a la gente de allí y mantenerlos funcionando para estudiar los resultados.
P. ¿Qué instrumentos?
R. Hemos colocado antenas sísmicas bajo el volcán, que nos permite detectar el origen y la dirección de la que procede la onda sísmica que acompaña la erupción.
P. Ellos sólo se ocupan del mantenimiento.
R. No. Todos aprendemos, porque cada volcán se comporta de forma distinta. Los expertos del lugar son los que conocen el volcán y los que mejor pueden interpretarlos. Porque depende de la viscosidad de la lava, el material, el tipo de estratos. Si no estás familiarizado con el volcán puedes interpretar mal los datos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2004