El Juzgado de lo Social número 4 de Barcelona ha declarado la extinción del contrato de trabajo del empleado de una empresa de artes gráficas por el riesgo laboral al que estaba sometido. La magistrada María Teresa Oliete Nicolás considera que se produjo un "incumplimiento grave por parte de la empresa de su obligación de velar en la manera adecuada por la salud del trabajador". Por eso, concede al obrero,con problemas auditivos crónicos tras su exposición durante años al ruido generado por una máquina, una indemnización de 42 mensualidades de salario, el máximo que prevé la ley, y que se traduce en 146.123 euros.
En el caso ha actuado como defensor Jaume Cortés, del despacho Col.lectiu Ronda. La empresa tiene la intención de recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Los hechos arrancan de 1991, cuando F. R. M. advirtió de que padecía una hipoacusia (disminución del nivel de audición por debajo de lo normal), aunque hasta el pasado mes de julio la mutua de la empresa no le diagnosticó una patología auditiva que recomendaba un cambio de puesto de trabajo en la empresa Printer Industria Gráfica de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), donde era maquinista de encuadernación.
Semanas después, la misma mutua le diagnosticó un trauma sonoro lateral, con afectación del 55% en la oreja derecha y del 40% en la izquierda. Por eso, le prescribió tratamiento médico y que dejase de trabajar en ambiente ruidoso, pero la empresa estimó que no había un puesto vacante con su categoría profesional.
Ahora la juez reconoce que la empresa facilitó protecciones auditivas al trabajador, "incluso personalizadas", dice la sentencia. También reconoce que se realizaron las revisiones periódicas que necesitaba "en atención a su estado de salud", pero considera que, pese a todo, la empresa "no ha atendido adecuadamente la situación del trabajador, que tiene afectada su salud como consecuencia de la realización de su trabajo", como exige la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2004