Somos padres de niños de educación infantil de cinco años del colegio público Leopoldo Alas, del barrio de La Elipa de Madrid.
Hemos tenido, y tenemos durante estos tres años, una profesora (doña María Caparrós González) inmejorable en todos los sentidos.
Hace unos meses ha tenido un problema personal con el señor director del colegio, por lo cual la denunció; repetimos: personal, no lectivo ni problema con los padres o alumnos.
Le ha llegado la sentencia, el día 17 de diciembre de 2003, con un mes sin empleo y sueldo para empezar a cumplirla el día 2 de enero de 2004.
Nuestra protesta y reivindicación es la siguiente: ¿por qué un problema entre el director del colegio y una profesora tienen que pagarlo los niños de cinco años y romper así el ritmo lectivo que tienen con ella?
Por supuesto que no van a estar desatendidos, nos mandarán un profesor para este mes, pero no olvidemos que estamos hablando de niños muy pequeños.
No es lo mismo ser funcionario en un ministerio o en cualquier otro cargo que un "funcionario profesor", que se tienen dos meses de verano para poder sancionarlos y no que tienen que hacerlo en periodo lectivo.
¿Es esto una democracia en la cual se está discriminando a los niños?
Deseamos con todas nuestras fuerzas que se solucione el problema y que, por favor, esto no vuelva a ocurrir.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2004