Los secretarios generales de CC OO y UGT de Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez, pidieron ayer al responsable de la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, Manuel Moix, que se persone en las causas abiertas por accidentes que derivan en fallecimiento o lesiones graves de los trabajadores. Según los datos aportados por los sindicatos a la fiscalía, en 2003 murieron 170 trabajadores, 113 de ellos por siniestros en su puesto de trabajo.
Tanto López como Martínez se mostraron satisfechos al término de la reunión con Manuel Moix por la receptividad que encontraron en el titular de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid a sus propuestas: que la fiscalía sea beligerante frente al aumento de la siniestralidad laboral y se persone como acusación en los accidentes mortales. Pero los secretarios generales de CC OO y UGT en Madrid, que fueron acompañados por los responsables de Salud Laboral de ambos sindicatos, Carmelo Plaza y Marisa Rufino, denunciaron la escasez de inspectores laborales, así como la precariedad de medios con que cuentan éstos para realizar su trabajo.
"La precariedad y la subcontratación están en el centro del aumento de los accidentes registrados los últimos años. El 50% de los siniestros ocurridos en 2003 afectaron a jóvenes y el 25% a inmigrantes. Son dos colectivos marcados por la precariedad", afirma José Ricardo Martínez.
Además de ese factor determinante de la precariedad como desencadenante de los accidentes, tanto UGT como CC OO pusieron el acento en que el pasado año hubo un leve descenso en los accidentes en general, aunque se elevó la mortalidad en el tajo. "El año 2002 hubo un total de 178 siniestros mortales y 112 de ellos ocurrieron en el puesto de trabajo. El total de fallecidos durante 2003 fue ligeramente menor (170 trabajadores), pero se elevó a 113 el de los compañeros que perdieron la vida por percances ocurridos en el puesto de trabajo. Esto quiere decir que las empresas no cumplen las normas de prevención de riesgos laborales", explica Carmelo Plaza, de CC OO.
Por sectores, el mayor aumento en el número de fallecidos se ha registrado en la construcción (30 en el año 2002 y 41 durante 2003). Han subido también los fallecidos en la industria (14 frente a 18), mientras que han bajado los siniestros mortales ocurridos en el sector servicios (de 64 fallecidos hace dos años se ha pasado a 54). Con respecto a los accidentes in itínere (al ir o al regresar del trabajo) se ha registrado también un descenso (66 en 2002 y 57 de enero a diciembre de 2003), según los datos facilitados a los sindicatos el pasado viernes en el Consejo de Administración del Instituto Regional de la Salud y Seguridad en el Empleo.
"Un análisis de las cifras relativas a diciembre revela que la situación es bastante peor de como quieren transmitir desde la Administración. Así, durante ese mes se produjeron 16 accidentes mortales y 11 de ellos tuvieron lugar en el puesto de trabajo. En diciembre de 2002 fallecieron 11 trabajadores. Cinco de ellos en accidentes ocurridos en la empresa. Si comparamos las cifras de ambos meses, nos da un aumento de la siniestralidad de 120% en el último diciembre con respecto al anterior", explica Emilio González, técnico de la secretaría laboral de UGT.
Para hacer frente a esa situación es imprescindible que la Consejería de Empleo duplique, al menos, la plantilla de inspectores de trabajo, según los sindicatos. "Madrid cuenta en total con con 103 inspectores, lo que da una media de un inspector por cada 23.000 trabajadores. La media europea está en un inspector por cada 5.000 operarios. Llevamos varios años reclamando ese aumento de plantilla a la consejería, pero derivan la decisión al Ministerio de Trabajo", concluye Plaza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2004