"Los precios subieron un 2,6%, el menor aumento desde 1998" (EL PAÍS, 16-1-2004). Gloriosa noticia, que adolece de un solo defecto: no se lo cree nadie.
Sobre todo no se lo creen varios millones de amas de casa españolas, que van al supermercado todos los días, y configuran el órgano de control básico, irrefutable e insobornable de la economía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2004