El servicio de Salvamento Marítimo aseguró ayer que no se ha detectado ninguna contaminación en la superficie cercana al Puerto de Bilbao, donde el sábado por la noche se hundió el carguero portugués Diana 1. Los buzos no pudieron bajar hasta los 30 metros de profundidad, donde yace hundido el mercante, debido a las condiciones climatológicas. "El agua está turbia, no se ve nada, y hay además oleaje", señaló la responsable de Salvamento Marítimo, Lourdes Oña.
Las labores de ayer se centraron en la inspección de la superficie del agua. Oña aseguró que "es una buena señal" que no se haya descubierto contaminación procedente del barco, que no llevaba carga en el momento del accidente y portaba 45 toneladas de gasóleo como carburante y tres de aceite para su funcionamiento. "Puede ser que los tanques no se hayan roto o que sí y entonces el gasóleo, que es ligero y volátil, haya sido disuelto por el mar".
El Departamento de Medio Ambiente descartó consecuencias graves por el siniestro, aunque anunció que estará "al tanto" hasta que se resuelva el caso. El Ayuntamiento de Zierbena, en cuyas aguas se hundió el Diana 1, transmitió un "mensaje de tranquilidad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2004