En España hay 800.000 afectados por el virus de la hepatitis C, pero sólo un tercio está diagnosticado y, de éstos, el 40% ignora las vías de transmisión. El virus de la hepatitis C (VHC) se transmite por contacto directo de la sangre de dos personas infectadas, bien sea por una transfusión de sangre o derivados sanguíneos antes de 1991 (hasta esa fecha no se podía detectar el virus en sangre) y usuarios de drogas por esta vía, y la vertical madre-hijo (el 4% de los niños de madres infectadas nacen con el VHC, porcentaje que se incrementa al 20% cuando la gestante presenta coinfección con el virus del sida). Los piercings y tatuajes sin las debidas medidas higiénicas también plantean riesgos.
Los expertos se sorprenden frente al hecho de que muchos de los pacientes diagnosticados son reacios a seguir el tratamiento, unas veces porque piensan que no se van a curar y otras por temor a los efectos secundarios del tratamiento. "Esta idea ya no tiene razón de ser y se debe ir cambiando desde las consultas de Atención Primaria. Una de las razones que puede sustentar esta postura se basa en que hace unos años sólo se curaba el 11% de los pacientes, lo que suponía un alto grado de pesimismo para ellos y de escepticismo en los médicos. Pero, ahora, con los nuevos tratamientos, interferón pegilado y ribavirina oral, la curación alcanza el 60% de todos los casos de pacientes monoinfectados", apunta Ramón Planas, secretario general de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y jefe de la unidad de Hepatología del hospital Hermanos Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).
"Es importante transmitir tanto al enfermo como a la familia que los pacientes infectados por el VHC pueden tener relaciones sexuales con su pareja, siempre que se adopten medidas de precaución, pueden acariciar y besar a su hijos y hacer una vida normal, procurando evitar situaciones de riesgo en las que se pueda transmitir el virus, como por ejemplo no compartir la hoja de afeitar", apunta Planas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2004