José Antonio Reyes, el centrocampista internacional del Sevilla, fue concluyente ayer al defenderse de las críticas sobre su bajo rendimiento: "Ni el presidente ni nadie me van a convencer de que rindo más en la banda".
El jugador hizo estas declaraciones durante su asistencia a un acto benéfico en la apertura de una tienda de muebles, a la que acudió junto al bético Joaquín. "La verdad es que tengo esa espinita clavada y estoy convencido de eso", añadió, "porque he jugado ya 20 partidos en esta nueva posición en la que me ha puesto el entrenador".
Reyes, además, aseguró que no está desganado en absoluto y lo explicó: "Siempre juego motivado, pero lo que pasa es que si el equipo está mal, yo también estoy mal". Y en su arenga reivindicativa incluso no le gustó que le recordaran como "Bandera del sevillismo", algo que asumió hace unos meses sin problemas al firmaruna sustanciosa mejora en el contrato. "No soy la bendera de nada", esgrimió casi enfadado. "La bandera del Sevilla tenemos que ser todos los que estamos en el equipo", concluyó.
Por otra parte, el club sevillista cerró ayer el fichaje del brasileño Daniel Alves por 848.000 euros, con un contrato hasta el 30 de junio de 2008. El presidente, José María Del Nido, consiguió rebajar en un 25% el precio pactado para la compra de la ficha del campeón del mundo sub 20 a su club de origen, el Bahía, unos 282.000 euros. La cláusula de rescisión del jugador está cifrada en 60 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de enero de 2004