El sector asegurador español está acusando el final del proceso de exteriorización de los compromisos por pensiones de las empresas. Los aseguradores cerraron 2003 con una facturación, medida en recaudación por primas, de 41.507 millones de euros, lo que supone una caída del 14,3% respecto al ejercicio anterior, según estimaciones realizadas por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA).
La patronal del sector, Unespa, ha aprovechado el mal dato para advertir de un "frenazo brusco en el proceso de construcción de un sistema de ahorro-previsión privado complementario al público, y muy especialmente el denominado segundo pilar, el ahorro colectivo instrumentado en las empresas y corporaciones a través de la negociación colectiva".
La evolución del sector durante 2003 fue dispar entre seguros de vida y no vida. Mientras el volumen de primas del segundo ramo creció un 9,4%, el segmento vida retrocedió un 33,6%. "Esta caída brusca está demostrando que, agotado el proceso de exteriorización, la alternativa es débil", según Unespa, que alerta también de que la mayoría de trabajadores por cuenta ajena y autónomos, ligados a negocios de mediano o pequeño tamaño y autoempresas, carecen de mecanismos de ahorro-jubilación privado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de enero de 2004