El producto interior bruto (PIB) de China, la sexta economía del mundo, aumentó un 9,1% el año pasado, gracias a las exportaciones y las inversiones. Las previsiones oficiales a principios de año fijaban el crecimiento de la economía en un 7%. Después llegó la epidemia de neumonía atípica, que paralizó algunos sectores durante semanas y provocó las dudas en algunas multinacionales sobre la conveniencia de diversificar sus inversiones a otros países. Todo parece haber quedado en un mal sueño.
A pesar del SARS (siglas en inglés de síndrome respiratorio agudo y grave), la cifra de crecimiento 2003 representa la mayor subida desde 1997, supera el 8% del año anterior y rebasa las previsiones del 8,5% que se habían venido anunciando los últimos meses. Según dijo ayer Li Deshui, director de la Oficina Nacional de Estadísticas, durante la presentación de los datos, se trata de "un éxito logrado con esfuerzo debido a las dificultades que supusieron el SARS y frecuentes desastres naturales". El PIB ascendió a 11,66 billones de yuanes (1,13 billones de euros).
China ha utilizado un nuevo método de cálculo, que tiene más en cuenta la industria de la construcción, la economía sumergida y otras áreas, después de que algunos expertos extranjeros criticasen la precisión del antiguo sistema. Y, por primera vez, ha revisado un dato de PIB anterior. Según se dijo ayer, la economía creció un 9,6% en el tercer trimestre de 2003 en lugar del 9,1% anunciado previamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de enero de 2004