Mette-Marit, la princesa noruega, culminó ayer su embarazo con puntualidad matemática al dar a luz una niña en la fecha prevista. Un feliz padre, el príncipe heredero Haakon confirmó el anuncio previo efectuado por el portavoz de la casa real durante la mañana y agregó, en multitudinaria conferencia de prensa los detalles del caso. El alumbramiento se produjo a las 9.14, la niña pesaba 3.686 gramos y medía 51 centímetros. Parto normal y buen estado de madre e hija. Pasadas las cuatro de la madrugada de la noche anterior, Haakon debió interrumpir su sueño para acompañar a Mette-Marit al departamento de maternidad del Hospital Nacional de Oslo. Apenas trascendió la noticia, los noruegos, cuya simpatía y apoyo hacia la pareja ha crecido según sondeos de opinión realizados en ocasión del comienzo de un nuevo año, se mantuvieron pendientes de los noticieros. La recién nacida será la número dos en la sucesión del trono, después de Haakon y en el caso de que llegara a ocupar la regencia sería la primera mujer en 600 años de historia del país, que accede a él. El nombre que llevará la nueva integrante de la familia real se dará a conocer durante el día de hoy, jueves, una vez celebrada una reunión de Gobierno en la que se dará cuenta del acontecimiento. Mette-Marit tiene un hijo de siete años, llamado Marius, fruto de una relación anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de enero de 2004