El pequeño municipio de Llaurí (La Ribera Baixa) perderá hoy la mayor parte de su patrimonio, incluida la casa consistorial, para cumplir un embargo de la Audiencia de Valencia, por no poder indemnizar a la empresa Transforma, SA, que le ganó un contencioso por unos terrenos al Ayuntamiento.
Además del edificio municipal, Llaurí deberá desprenderse de 22.000 metros cuadrados destinados a un polígono industrial y otros bienes, como la casa de la maestra y varias parcelas urbanas, para hacer frente a una deuda de 2,1 millones de euros, cifra astronómica para un pueblo de 1.300 vecinos.
La expropiación de unos terrenos por el que fuera alcalde Vicent Climent le ha costado muy cara al vecindario. El titular de las parcelas recurrió a los tribunales y consiguió una elevada indemnización. La insolvencia de Climent, condenado a un año de prisión por falsear un documento, llevó a la responsabilidad civil subsidiaria del Consistorio.
El Consistorio no puede efectuar ninguna inversión ni recibir ayudas institucionales. Ayer el Ayuntamiento se quedó sin la fotocopiadora y el fax, al retirar el contrato la empresa titular. "No se fían de nosotros, pese a pagarles hasta ahora las cuotas", se lamentaba su joven alcaldesa, la socialista Ana González. Sus desesperados intentos por lograr la ayuda de la Diputación, el Consell y la Delegación de Gobierno cayeron en saco roto. "Nadie quiere saber nada del Ayuntamiento de Llaurí", deploró González.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de enero de 2004