Richard Causey, el antiguo jefe contable de la compañía energética Enron, se entregó ayer en Houston al FBI (policía federal), un día antes de que acabara el plazo que le dio la justicia para su rendición. Causey, debidamente esposado, fue trasladado por los agentes federales ante la corte y se le acusó de seis delitos financieros. Tras su declaración, quedó en libertad bajo fianza de un millón de dólares. Su detención sigue a la declaración de culpabilidad que la semana pasada entonaron Andrew Fastow, ex jefe financiero del gigante estadounidense, y su esposa Lea, por los enjuagues contables que llevaron a la quiebra de Enron en diciembre de 2001.
Richard Causey apareció ante la sede del tribunal de Houston una hora después de entregarse al FBI. Iba custodiado por sus dos abogados. La justicia no podía actuar contra Causey si no conseguía antes la declaración de culpabilidad del matrimonio Fastow, que obtuvo el pasado 14 de enero después de una larga negociación.
Aunque Causey y Fastow ocupaban cargos distintos en Enron, estaban a un nivel similar de poder dentro de la estructura de gestión la compañía. Se le acusa desde el Gobierno estadounidense de ser el "principal arquitecto" de la trama contable. Ambos tenían una relación directa con Jeffrey Skilling, ex jefe ejecutivo de Enron, y con el ex presidente Kenneth Lay. Por eso se asegura que Causey actuó en asociación con Fastow y se le acusa de seis delitos por fraude financiero y conspiración.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de enero de 2004