El director de Derechos Humanos del Gobierno, Txema Urkijo, exigió ayer la inmediata puesta en libertad del preso de ETA Manu Azkarate y tachó de "venganza" y "episodio de inhumanidad" su nuevo encarcelamiento. Azkarate se hallaba en libertad por enfermedad desde 1992, pero en diciembre el juez revocó su situación por no presentarse a los controles estipulados y fue detenido el 14 de enero. El preso inició una huelga de hambre y desde el día 16 se encuentra hospitalizado.
Azkarate fue detenido en 1986 durante la operación de liberación del empresario Juan Pedro Guzmán y fue condenado a 51 años, pero quedó en ibertad tras cumplir seis años, en 1992, al sufrir una enfermedad cardiovascular incurable.
Urkijo, a través de un comunicado difundido por la Dirección de Derechos Humanos del Departamento de Justicia, hizo notar que la situación de gravedad por la enfermedad del preso persiste aún y también que durante el tiempo de libertad que ha disfrutado, Azkarate no ha reincidido en la actividad delictiva.
Urkijo expresó igualmente su solidaridad con la familia y los allegados del preso y razonó que las leyes están "para hacer justicia" , pero que el castigo "no puede ser venganza".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de enero de 2004