Ante la grave situación que sufre el C.D. Aurrera de Vitoria, aquellos que en su día tuvimos la fortuna de pertenecer a él, queremos manifestar nuestra indignación ante el trato que está recibiendo por parte del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación Foral de Álava. En este club nos permitieron disfrutar del deporte durante muchos años, a algunos nos permitieron labrarnos un futuro en otros equipos dentro del fútbol profesional, pero a todos nos formaron como personas, nos enseñaron valores como solidaridad, esfuerzo, compañerismo, sacrificio, trabajo en equipo. Deseamos que los chavales que se encuentran ahora en el club y los que puedan pertenecer a él en el futuro dispongan también de esta oportunidad, que nadie sea capaz de arrebatarles la ilusión de hacer deporte, de compartir vestuario con sus amigos, de disfrutar de las victoria y aprender de las derrotas.
La pésima gestión de alguno de los últimos dirigentes ha estado a punto de enterrar a nuestro club. Esperamos que los señores Alonso y Rabanera cambien su actitud y no sean los encargados, con su desidia y falta de cumplimiento de los compromisos adquiridos, de dar sepultura al C.D. Aurrera de Vitoria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de enero de 2004