Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

La oportunidad abierta por Internet

Las nuevas tecnologías son una oportunidad y un desafío para América Latina, pero los distintos gobiernos de la región no están apoyando suficientemente la investigación y el desarrollo de las empresas y universidades locales. Internet y el acceso más fácil y económico al conocimiento y a la educación pueden contribuir a reducir la brecha económica y educacional que existe entre las reducidas élites latinoamericanas y el grueso de la población y ayudar a un mayor desarrollo e integración regional.

Varios expertos y empresarios, integrantes de un grupo de debate creado en el marco de la séptima Conferencia de las Américas, celebrado en Miami, han denunciado, sin embargo, en un foro organizado por The Miami Herald, que la falta de medidas concretas por parte de los gobiernos, e incluso la persistencia de barreras fiscales, está lastrando el desarrollo de las nuevas tecnologías en esta parte del mundo.

El significativo desarrollo de la industria de programas informáticos en Brasil o la expansión de la telefonía móvil revelan las posibilidades que se abren para estos países, pero suponen un aprovechamiento todavía escaso de la tremenda oportunidad que suponen las nuevas tecnologías.

David Hite, director general para América Latina de Intel, opina que el acceso a la alta tecnología en América Latina continúa siendo muy caro y que los distintos gobiernos aún no han adoptado unas estrategias claras en el ámbito de las altas tecnologías y las telecomunicaciones.

Fred Studer, vicepresidente de mercadotecnia de negocios electrónicos de Oracle, señala que el "talento está disponible" en la región, pero que el desafío para aprovecharlo está en la liberalización de estos mercados.

Javier Romeu, director y gerente de la división de telecomunicaciones de Samsung Electrónica, apunta también las lagunas creadas por el idioma en la expansión de estas tecnologías y conocimientos basados en el inglés en América Latina. Para masificar los productos en esta región hay que adaptarlos al español, señala.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de enero de 2004