Varias ciudades andaluzas amanecieron ayer rodeadas de una tupida niebla que no se deshizo casi hasta el final de la jornada. Fue el caso de Sevilla, donde las brumas se mantuvieron hasta bien entrada la tarde -la imagen difusa del puente de Triana, recogida arriba, fue captada a las 16.00- y provocaron algunas alteraciones en los horarios de los vuelos en el aeropuerto sevillano de San Pablo, que sufrieron retrasos en el despegue y en el aterrizaje hasta media tarde. Por lo demás no se registraron más incidencias que la transformación del cotidiano paisaje urbano en un lugar insólito y misterioso apropiado para filmar una película de espías.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de enero de 2004