Representantes de la Iglesia católica mexicana han manifestado su disconformidad con la aceptación de la píldora del día después como método anticonceptivo en México y han advertido a las mujeres que la consuman de que serán excomulgadas. Pese a que la Secretaría de Salud autorizó incluir en la planificación familiar este método, al que denominó "anticoncepción hormonal poscoito", grupos antiabortistas vida y afines a la Iglesia han exigido que se revoque la norma.
Las opiniones más duras las manifestó el presidente de la Pastoral de Salud de la Archidiócesis Primada de México, Jorge Palencia, quien señaló que no habrá siquiera orden de excomunión por escrito para las usuarias del anticonceptivo, ya que la cuestión es un tema de conciencia.
La opinión de Palencia se suma a las de otros prelados mexicanos, entre ellos el cardenal Norberto Rivera Carrera, que equiparó esta píldora con el asesinato: "Aunque se llamen anticonceptivos, producen aborto y a eso se le llama asesinato, y no está permitido asesinar a un inocente".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de enero de 2004