Los narcotraficantes están divididos en dos clases: los pobres y los ricos. Los pobres son los que llenan las cárceles y pasan años en prisión por vender unas papelinas o unos gramos de hachís. Los ricos son los "grandes capos", los que tienen recursos para evadir la justicia y nunca terminan presos. Los colectivos de lucha contra la droga de Cádiz creen que esta división existe y reclaman un sistema judicial que no sea "fuerte con los débiles y débil con los fuertes". Eso es lo que, según estas asociaciones, ocurre en la actualidad en Cádiz.
La Federación Redes y la Coordinadora de Asociaciones Antidroga Redeín presentaron ayer las segundas jornadas sobre droga, sida y patología dual, que se desarrollarán en Cádiz del 6 al 8 de febrero. El que este año se celebren en esta provincia tiene un sentido claro: "Hemos decidido que sean aquí por la alarma social que estamos viviendo y por la cantidad de causas abiertas que tenemos en Cádiz relacionadas con el narcotráfico", explicó Francisco Mena, vicepresidente de Redeín.
Tanto esta asociación como Redes están personadas como acusación particular en al menos ocho procesos judiciales abiertos en Barbate, Sanlúcar de Barrameda, Tarifa o Gibraltar, y añadieron que el narcotráfico está creando una "riqueza ficticia" en muchas localidades de la provincia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2004