Si Juan Carlos Ferrero gana el domingo su primera final del Open de Australia, el lunes recuperará la condición de número uno mundial, pero antes tendrá que solucionar unos cuantos problemas. Deberá, por ejemplo, mejorar de su abductor izquierdo, un músculo machacado por la dureza de la pista sintética de Melbourne; deberá, también, superar mañana la oposición del rocoso suizo Roger Federer, el ganador de Wimbledon, su rival en semifinales. Pero quizás, antes de nada, perferirá gozar del recuerdo del partido de ayer, la eliminatoria de cuartos de final en la que derrotó en tres sets -6-1, 7-6 (8-6), 7-6 (7-5), en dos horas y 36 minutos- a su amigo marroquí Hicham Arazi.
Ferrero terminó su partido andando, con los dos muslos vendados, controlando a Arazi gracias a su saque. La diferencia fue cruel: 18 aces del valenciano frente a dos del jugador de Casablanca. Después de una primera manga sencilla, Ferrero superó con clase el momento crítico de la segunda -perdía por 4-3 en el tie-break-, superó también el dolor lacerante en sus muslos y concluyó victorioso guiado por su servicio.
Federer, quien también alcanzó su primera semifinal en Melbourne, le espera armado de endiablada rapidez y fuerza, y de un gran saque también. 20 aces le permitieron ayer apabullar al argentino Nalbandian, el jugador que le había apeado tanto en el último Open de Australia como también en Estados Unidos. Fundamental le resultó una tacada de cuatro aces consecutivos en el primer set
, cuando Nalbandian contaba con dos puntos de ruptura (15-40) para colocarse 6-5.
Ferrero habría preferido tener como rival de semifinales al argentino porque tiene un juego similar al suyo, o eso dijo. "Pero Federer juega muy rápido, sobre todo cuando encadena saque-volea, y con la derecha pega mucho también, y deja poco espacio, no como Nalbandian", dijo.
Otra española, la madrileña Virginia Ruano Pascual, quien forma con la argentina Paola Suárez la mejor pareja del mundo disputará de nuevo la final de Melbourne tras derrotar en semifinales a la pareja Sugiyama (Japón)-Huber (Suráfrica) por 6-4, 7-6.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2004