La economía portuguesa registró una evolución negativa en los tres últimos meses del pasado año, aunque con una ligera mejora respecto al trimestre anterior, según reconoció ayer el Ministerio de Finanzas en un comunicado. El producto interior bruto (PIB) cayó un 0,9% en el tercer trimestre de 2003 respecto al mismo periodo de 2002, cuarto descenso consecutivo que se atribuyó a la contracción del sector de construcción, cuya actividad se redujo un 8,2%. Portugal entró en recesión técnica a finales de 2002.
El comunicado indica que "el consumo privado continuó una tendencia negativa, y deberá registrarse una contracción en 2003, frente al crecimiento del 0,6% en 2002", aunque en el cuarto trimestre hay una moderada mejoría.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2004